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Campesinos españoles engañan a la Alemania nazi


Himmler (fundador de la Ahnenerbe) en su visita a España.

En 1935, poco después de haber sido constituida la “Sociedad para la Investigación y Enseñanza sobre la Herencia Ancestral Alemana” también conocida como Ahnenerbe, enviaron a un grupo de científicos a la zona de Sierra Morena con el objetivo de estudiar a los descendientes de los colonos alemanes que ocuparon la zona. Y es que, en 1767, durante el reinado de Carlos III, debido a la despoblación de grandes extensiones de terrenos, el bandolerismo floreció amenazando el transporte de personas y mercancías por estos lares. La colonización, financiada por el Estado, pretendía fomentar la agricultura y la industria. A las denominadas Nuevas Poblaciones llegaron unos 6000 colonos que se asentaron trayendo consigo sus genes que, a día de hoy persisten, presentando muchos habitantes un color claro de piel y ojos azules.

Volviendo a 1935 y como entidad pseudocientífica que era la Ahnenerbe, realizaron un sencillo trabajo: medir y estudiar el cráneo de todos los nativos que presentaran un certificado de nacimiento, expedido por la parroquia, en el que constara un apellido alemán y pagarle a cada uno cinco pesetas.

La noticia no tardó en llegar a todos los rincones de la zona: “Unos alemanes pagan cinco pesetas por dejarte medir la cabeza”.
 
Y apareció la picaresca: pagando una pequeña propina al sacristán, este emitía una partida de bautismo falsa para una misma persona en la que cambiaba solo el nombre del titular. El mismo sujeto la presentaba en días sucesivos haciéndose pasar por hermano gemelo del anterior. Si esto se repetía, se hacían pasar por trillizos…

Johan Schänble, profesor de antropología de la Universidad del Kiel, publicó los resultados en “Estudios antropológicos en las llamadas colonias alemanas del Sur de España“. La conclusión de dicho estudio fue que las colonias de las Nuevas Poblaciones albergaban un gran número de partos de gemelos y trillizos: una muestra del auge de la raza aria que luchaba por salir adelante a pesar del paso del tiempo.


Fuente: Los años del miedo – Juan Eslava Galán