Eindecker
E1
El
18 de abril de 1915 un joven industrial, ingeniero y piloto holandés llamado
Anthony Fokker es llamado por el alto mando de la Fuerza Aérea alemana para que
se presente en Berlín. Tras varios años estudiando en Alemania y con el
comienzo de la guerra, recibe un contrato para la formación de personal de la
aviación militar y es encargado de construir dos modelos aunque con muy poco
éxito.
En
marzo de 1915, un avión francés con una ametralladora disparando hacia delante
causó estupor en las filas alemanas cuando derribó a cinco de sus aviones. El
piloto era Roland Garros. Un mes después, tras ser alcanzado por la artillería
alemana, tiene que aterrizar en territorio enemigo siendo hecho prisionero y
sin que pudiera incendiar su avión, como mandaba el reglamento. Es en este
momento cuando Fokker es llamado para que revise la nave. A Garros se le había
ocurrido proteger la hélice con láminas de acero para evitar que las balas
rompiesen las aspas pudiendo así disparar hacia delante. Los alemanes habían
intentado copiar el invento pero fracasaron debido a que las balas siempre
agujereaban la hélice.
De
regreso a su planta en Schwerin (Alemania) equipado con la hélice del avión
capturado y una ametralladora alemana Parabellum, en escasas 48 horas de
trabajo, ya tenía la solución y el prototipo que funcionaba perfectamente.
Llegó a la conclusión de que la misma hélice debía disparar la ametralladora.
Algo similar al árbol de levas de los motores de los coches. Al girar la
hélice, era esta la que apretaba el percutor dependiendo del lugar en que
estuvieran las aspas en ese momento.
Anthony
Fokker tuvo que demostrar, pilotando un avión con el sistema que había
inventado, que funcionaba correctamente. Había nacido el Eindecker E1. Tras
esto, fue encargado de diseñar los mecanismos de sincronización de todos los
aviones alemanes. Éxito tras éxito, en 1917 es encargado de construir el
triplano Fokker Dr.1, el avión más conocido de Manfred von Richthofen, el Barón
Rojo.
Bien
es verdad que los aliados también supieron resolver este problema. En el caso
del francés Nieuport 11, colocaron la ametralladora encima de las alas, fuera
del radio de giro de las aspas.
Nieuport 11
Y en el caso del avión británico Airco DH.2, el
avión no volaba con una hélice a tracción, sino a propulsión, con el motor
tras la espalda del piloto.
Airco DH.2